Fresas - historia, producción, comercio
La fresa, cuyo nombre científico es Fragaria vesca, F. viridis o F. moschata, es un fruto de forma triangular, de color rojo, formado por pequeños puntos, que todos conocemos bien por su perfume intenso y el sabor delicioso.
En realidad la fresa se define como un fruto de manera impropia, porque el fruto real está compuesto por pequeños puntos que circundan la misma fresa y que erróneamente son llamados semillas.
Los orígenes de la fresa no están bien definidos: algunas fuentes la consideran de origen Europeo, particularmente en la zona alpínica, mientras que otros la consideran de origen Chileno, de donde un oficial francés, a principios del Seteciento, importó a Europa las plantas madre utilizadas como base para la constitución del híbrido Fragaria x ananassa, al cual pertenecen todas las variedades de fresas difundidas actualmente.
Históricamente la fresa ya estaba presente sobre las mesas de la antigua Roma: este fruto en efecto solía comparecer coincidiendo con las fiestas en honor de Adonis, a la muerte del cuál, como cuenta la leyenda, Venus lloró copiosas lágrimas, que llegadas a la tierra se transformaron en pequeños corazones rojos: las perfumadas fresas.
Según otras leyendas populares más recientes, pero que se pierden de todas formas con el paso del tiempo, la fresa tendría que proteger del mordisco de víboras y serpientes: para evitar el peligroso veneno de estos animales se dice que hay que recoger las hojas de la planta el día de San Giovanni. Entonces quién hubiera recogido las hojas el 24 de junio, las hubiera puesto secar al sol y luego las hubiera entrelazado para hacer de ellas como un cinturón, habrían sido protegido por eventuales mordiscos, a menudo letales, de víboras y serpientes! Lógicamente se trata de creencias populares relacionadas a la tradición campesina italiana, pero estas leyendas siempre hacen la fresa aún más excelente entre todos los frutos que tenemos sobre nuestra mesa.
Hasta el siglo XVII, en Europa fueron cultivadas plantas de especies salvajes autóctonas (Fragaria vesca, F. viridis o F. Moschata) y otras variedades de fresas introducidas por América del Norte como (F. Virginiano): concretamente, con la introducción de la especie americana, la planta de la fresa produjo frutos mucho más grandes.