Melones - historia, producción, comercio
El melón, cuyo nombre científico es Cucumis manzano, es una planta trepadora de la familia de los Cucubitaceae. El término melón indica sea el fruto que la planta misma, la cual viene abundantemente labrada en cuántos sus frutos son comestibles, dulces y perfumados.
El melón se puede consumir crudo, sea como entrada que como postre, y cocido, en mermeladas y compotas de fruta: este tipo de producto hortofrutícola para estar maduro y de buena calidad tiene que ser perfumado.
El melón es un fruto veraniego que puede asumir forma ovalada o redondeante según la variedad cultivada: es rico en agua, de azúcares, y de fibras de las propiedades refrescantes y nutritivas. Este tipo de fruta fresca da por lo tanto energía sin recargar: por eso y gracias a su bonito color solar, el melón es uno de los frutos símbolo de la estación caliente.
El melón además, siendo un fruto con pocas calorías, es particularmente indicado para los régimenes adelgazantes. En cambio las fibras contenidas en el melón le otorgan una propiedad ligeramente laxante, haciéndolo apto a contrastar la vida sedentaria y también a ayudar los intestinos más perezosos; el melón además es ligeramente diurético y resulta indicado por quien sufre de anemia, gracias a su rico contenido de hierro.
Además de las características ya mencionadas, el melón también es un óptimo tónico por la circulación: de hecho, con solo medio melón al día se puede tener bajo control la presión. Éste ocurre justo gracias a lo alta porcentual de subes minerales como hierro, fósforo, sodio y patada, pero sobre todo del potasio, que más de cada otra sal mineral contribuye a tener bajo control la presión además de restablecer las escoltas hídricas perdidas durante la sudación. Consumir cada día medio melón o también un pequeño melón entero puede ayudar luego a mantener la sangre fluida y a evitar así la formación de coágulos.
El melón también es rico en vitamina A, que dona el característico color anaranjado a la pulpa (color atado a la presencia de pigmentos carotenoides muy importantes por la salud de los ojos) y vitamina C, fundamental por el nutrimento de la epidermis, que es más durante el período veraniego que nunca expuesta a los estrés térmicos y a la agresión de los rayos solares.
Este producto hortofrutícola no es sin embargo particularmente indicado para los diabéticos y por quien sufre de gastritis, en cuánto muy rico en azúcares.
El melón, no conteniendo gluten, puede ser también consumido de quien está enfermo de celiaquía (dato provisto por la asociación italiano Celiachi).
Otra propiedad del melón concierne su pulpa, que resulta ser muy hidratante: de hecho, si cortado a lonchas, puede ser empleado como máscara por la cara, del efecto nutritivo y refrescante sobre todo después de un día de exposición al sol. La pulpa del melón en efecto absorbe el calor del cutis reconduciendo así la piel al justo grado de hidratación.
Para adquirir un buen melón hace falta sencillamente usar algunas sagacidades: normalmente el melón resulta compacto en mano, con el típico perfume de etileno emanado por la parte interior; en general las extremidades tienen que ser blandas al tacto pero no muy blandos, y además el color del pecíolo, dice también "separación", tiene que ser de color verde brillante. Golpeando los nudillos sobre la superficie del melón, ello no tiene que emitir ningún sonido.
Un melón es considerado dulce cuando su contenido de azúcares vaga alrededor del 13 porciento; cuando en cambio el azúcar resulta inferior al 11% podemos catalogar el fruto de escasa calidad. Podemos encontrar ejemplares de melones que llegan a un contenido de azúcares hasta el 18%, aunque en este caso, un así alto contenido de azúcares podría disimular aquella complejidad de sabores que hacen del melón uno de los frutos más estimados en todo el mundo.
Para permitir al fruto de alcanzar la cantidad de azúcares ideales, hace falta recogerlo al momento oportuno: un fruto demasiado precozmente recogido o demasiado tardamente, de hecho, o no se enriquecerá más de azúcar y no llegará a tener el sabor ideal, o en caso contrario asimilará demasiado de ello.
Es aconsejable evitar conservar el melón en la nevera, en cuanto también los otros alimentos podrían asumir su perfume. Es en cambio mucho mejor conservar este producto hortofrutícola en un entorno fresco y seco: si sin embargo no es posible evitar conservarlo en la nevera, se tiene que tener cura de envolver el melón dentro de una bolsita de papel por alimentos y luego cerrarlo en una bolsita de plástico, teniendo en todo caso cuidado a que la temperatura de la nevera no baje jamás de los 5°C. Es aconsejable sacar el melón de la nevera al menos una hora antes de consumirlo.
El melón, siendo un fruto que contiene una gran cantidad de agua (acerca del 90%), podría ser dificultoso a ser digerido, pero basta evitar de beber muchos líquidos durante su consumición para evitar una excesiva dilución de los jugos gástricos.
El melón puede ser consumido fresco, después de haber eliminado la cáscara, pero también encuentra un útil empleo en la preparación de entradas, primeros platos, macedonias de fruta, batidas, dulces y helados. Entre los platos más conocidos indudablemente el más famoso resulta ser el "jamón y melón" un plato que, gracias a su frescor, muchos aprecian durante el período veraniego.
El melón en el mundo siempre ha adquirido mayor relieve: numerosas son hoy las empresas productoras de melones, las empresas certificadas por la producción de melones, los productores de melones, las empresas productoras de melones biológicos, las empresas que se ocupan del comercio de los melones, los distribuidores de melones, los importadores de melones, los exportadores de melones y los mayoristas de melones.