La planta del Espárragos
El espárrago (Asparagus officinalis) es una planta herbácea perenne, una angiosperma monocotiledónea plurianual perteneciente a la familia de las Liliaceas: es una planta dioica, es decir que forma flores masculinas y femeninas en plantas diferentes. La planta masculina es más vigorosa, precoz y productiva comparada con aquella femenina, sin embargo produce turiones más sutiles; los frutos, en cambio, producidos sólo por la parte femenina, son pequeñas bayas rojas que contienen semillas negras.
Una planta de espárrago consiste en un rizoma subterráneo del cual se dividen las raíces y las gemas: todo esto conjunto en horticultura es definido técnicamente "pata." Desde los rizomas, o bien desde las raíces, que crecen bajo tierra formando un retículo estelar, se desarrollan en abril y en mayo los turiones, la parte edibile del espárrago, constituida por un botón "carnoso" de tallas diferentes, del sabor particularmente delicado y algo dulce.
Los turiones empiezan a acrecentarse y a desarrollarse al final del invierno, cuando la temperatura está en aumento, es decir cuando se llega a acerca de 10°C, porque en estas condiciones empieza a manifestarse una fuerte migración de sustancias nutritivas que van de las raíces a las gemas.
Sobresalido en el terreno, el turión se presenta con una forma alargada, más o menos espesa, y con la presencia, en la parte apical, de algunas hojuelas caracterizadas por la forma a escamas.
Cuando el turion no ha brotado todavía del suelo ello es blanco, macizo, con el ápice redondeante, mientras, cuando sale de la tierra y entra en contacto con la luz, ello se pone cada vez más rosado hasta ponerse morado, y por fin de un verde más o menos intenso a causa de la fotosíntesis clorofílica.
La semilla del espárrago brota alrededor de los 20-22° C, dónde la temperatura mínima de brotadura es de 10-12°C y aquella máxima de 34-35°C.
Cuando la temperatura del suelo a nivel del rizoma alcanza los 10-12 °C, la planta empieza a emitir los turiones. Los turiones de la planta de espárrago se desarrollan desde las raíces (rizomas) que crecen bajo tierra, formando un retículo estelar y son comúnmente definidos patas, ellos tienen un largo variable entre 1 y 1,5 metros y deben ser recogidos cuando todavía son tiernos. Ellos presentan en parte hojuelas ligeras, menudas y ramificadas, caducas y pequeñas flores hermafroditas y en parte separadas en masculinas y femeninas, llevadas por pedúnculos: las flores del espárrago son campanuladas, con pétalos blancos rayados de verde o de color amarillo.
La floración del espárrago inicia hacia el fin de junio, cuando la cosecha de los turiones ya está acabada, y dura unas dos semanas.
Los frutos del espárrago consisten en bayas de color rojo con semillas negras en el interior, presentes sólo sobre las plantas hembras. A diferencia de muchas otras hortalizas frescas, dónde los botones más pequeños y finos también son más tiernos, los tallos más grandes del espárrago y otra hortaliza fresca parecidas resultan ser los más blandos, ya que tienen una mayor pulpa.
El espárrago es una planta rústica, que crece espontáneamente desde el plan costero hasta aquello submontano, tanto en la Italia peninsular como en aquella insular: ello es capaz de conformarse a cada tipo de clima, con tal que haya una gran cantidad de luminosidad, lejos de arboles que la sombrean.
El espárrago, desde el punto de vista del terreno, tiene particulares exigencias por lo que pertenece a las condiciones hídricas, que tienen que ser siempre a niveles optimales, para la misa a morada de las plantitas, que se efectua a una relevante profundidad. Para el cultivo del espárrago es por lo tanto preferible utilizar terrenos sueltos, arenosos, bien estructurados y bien drenados.
Hoy en día en efecto el espárrago viene extensamente cultivado en los terrenos arenosos o también enselvados.
Al cultivo del espárrago es aconsejable alternar los cereales, mientras no es aconsejable la alternancia con patatas, remolacha, zanahorias, hierba médica y judías, ya que estos cultivos pueden ser afectados por la rhizoctonia solani, enfermedad que puede ser transmitida al espárrago y permanecer activa por hasta 15-20 años.
El cultivo del espárrago dura más años y solicita técnicas de instalación particulares que pueden ser dirigidas hacia la siembra directa o indirecta. Muy importante en Italia resulta el cultivo de campo abierto, posible en cuánto la planta resiste al frío; sin embargo es posible también el cultivo forzado con o sin calefacción.
Entre los parásitos animales de las plantas de espárragos domina la mosca del espárrago, animal que cava galerías en el mismo causando su muerte o la deformación de los turiones: la lucha preventiva a este parásito se basa en la destrucción de los tallos infestados y en la instalación de las nuevas esparragueras en zonas ventiladas, mientras la lucha directa prevé tratos con madera quasso junto al jabón.
En cambio el criocero del espárrago es un animal que carcome la parte aérea de la planta: la lucha en este caso consiste en el quitar el polvo litotamnio sobre las plantas con el favor del rocío o efectuar tratos con la rotetona.
Entre las enfermedades de la planta de espárrago, en cambio, la más importante es el herrumbre del espárrago, que se manifiesta en primavera sobre los turiones, provocando manchas amarillentas ovales; sucesivamente sobre los fustes, ramas y hojas se difunden pústulas morenas que producen el polvo rojizo, con la consiguiente desecación de la parte aérea. La lucha preventiva a esta enfermedad prevé la eliminación en primavera del espárrago salvaje para luego quemar sus tallos en otoño para eliminar las esporas infectas. La lucha directa consiste en cambio en tratos de solución idroalcolica de propóleos (150 cc.) sumada con Sulfar.