La planta y la producción de Peras
La pera es un tipo de fruta fresca perteneciente a la familia de las Rosáceas (que a su vez son una subfamilia de las Pomoideae), una de las más importantes variedades hortofrutícolas presentes en el mercado, del la cual hacen parte la mayor parte de los árboles de fruto más comúnes.
La planta de la pera es de género Pyrus, que comprende decenas de especies difusas en todo el mundo y en el sector hortofrutícola mundial.
Entre las plantas de peras se pueden distinguir numerosas especies:
- Pyrus communis, que es la especie occidental más común y muy difusa en toda Europa, la cual se subdivide en muchas subespecies como el peral labrado y piraster, o el peral salvaje, que está presente, por ejemplo, en toda Italia.
- Pyrus pyrifolia y el Pyrus betulaefolia, variedad de peras labradas sobre todo en las regiones orientales, y en particular modo son especies difusas en China. El Pyrus betulaefolia es una planta vigorosa y de grandes dimensiones que puede ser utilizada como portainjerto.
- Pyrus calleyrana, resistente a inviernos fríos y al cáncer bactérico, labrado en extremo oriente y en América;
- Pyrus ussuriensis, variedad de pera muy resistente a las bajas temperaturas invernales y entonces labrada principalmente en Rusia, Estados Unidos, China y Corea;
- Pyrus serotina, más comúnmente llamado peral japonés o chino (el nashi): esta particular variedad de pera tiene a medias características entre la pera común y la manzana (tiene forma rotunda y aplastada, parecido a aquella de la manzana, mientras la pulpa, con una acidez baja o inexistente, es compacta, jugosa y crujiente, parecido a aquel de las peras).
El árbol de la pera es una planta vigorosa y muy robusta, con raíces profundas: ella, en condiciones favorables, puede alcanzar en madurez una altura que va de los 15 a los 18 metros. La planta de la pera sin embargo no tolera temperaturas demasiado bajas de invierno o muy altos en verano, pero prefiere un clima templado.
Además la planta de la pera no tiene particulares exigencias de terreno, incluso temiendo la sequía o terrenos poco drenantes: ella en efecto prefiere terrenales ligeros, fértiles, irrigables, con un pH no excesivamente ácido, ya que no tolera la falta de magnesio y los terrenos arcillosos y calcáreos.
La corteza del tronco del árbol de la pera presenta profundas grietas, mientras que la melena puede ser a forma piramidal o redondeante. Las hojas de esta planta son ovaladas, lisas y con un largo pecíolo, de color verde oscuro brillante en la parte superior, mientras en aquel inferior soy de un verde más claro.
La planta de peras es una especie caduceohoja, por lo tanto entra en descanso vegetativo durante el invierno.
La planta de la pera puede tener gemas a madera (pequeñas y puntiagudas) y a flor (ligeramente más grande): la diferencia entre las dos tipologías se puede notar en primavera con la hinchazón de las mismas, mientras que las ramas de este planta difieren por especie. Se encuentran de hecho ramas lamburdas (ramas muy cortas terminantes con una gema a flor), ramas brindillas (ramas muy sutiles, largas una decena de centímetros con gemas mixta), y ramas mixtas, es decir ramas muy robustas con gemas vegetativas y a flor.
Las flores producidas por la planta de peras son blancas, a cinco pétalos y a hermafroditas: ellas se desarrollan a corimbos (inflorescencia, es decir flores asociadas a grupos, compuestas por flores individuales que se encuentran sobre alturas diferentes, pero gracias al diferente largo de los pedúnculos acaban todos a la misma altura). En un corimbo pueden estar de 7 a 10 flores y la flor central es la que se abre por última.
La mayor parte de las plantas del género Pyrus son autoestériles, por lo tanto el polen de la misma flor no desarrolla la fecundación, sino la polinización ocurre por la intervención de abejas u otros insectos.
La forma de la pera es variable y puede ser redondeante o alargada según las variedades de peras labradas. En realidad el fruto es una manzana por lo tanto un falso fruto, en cuánto sólo deriva en parte del desarrollo del ovario: de hecho, como sobre mencionado, la característica que distingue un verdadero fruto es que este último tiene que ser el resultado consiguiente de la fecundación de la flor; en el peral por lo tanto el "fruto" sería la parte central (troncho), es decir la que deriva de la fecundación y no el receptáculo floreal que le crece alrededor (pulpa) volviéndose por lo tanto en la masa predominante, y comestible, de la pera.
También la cáscara o epidermis, de la pera, es comestible y de color variable: esa se presenta de varias coloraciones según la variedad de pera labrada, y puede ir del verde, al amarillo, al rojo, hasta el marrón-orín.
La recogida de las peras va del período de junio a octubre, pero los expertos labradores de peras, productores de peras y empresas agrícolas especializadas en la producción de peras distinguen el momento mejor para la recogida de este tipo de fruta fresca en relación a la resistencia, a la separación de la planta, al color de la cáscara (o epidermis) y a la dureza de la pulpa.
Con más de 5000 variedades de peras conocidas en todo el mundo, muchas variedades son principalmente aquellos labradas y producidas en el sector hortofrutícola. Las variedades de peras principalmente labradas en los años ‘50 en Europa eran la variedades de pera Butirra Giffard, la variedad de pera Preferida de Clapp, la variedad de pera Williams y la variedad de pera Kaiser Alexander.
La producción de peras es bastante difundida a nivel mundial, como testimonian los cultivos de pera en China, las de los países de la Unión Europea y los cultivos de este tipo de fruta fresca en los países del norte y sur América.
El mayor productor de peras en el mundo es China (con más del 50% de la entera producción mundial), seguida de Italia y de los Estados Unidos. A nivel europeo, después de Italia, los mayores productores de este sector hortofrutícola son España, Polonia, Holanda, Francia y Alemania.
En los años' 70-80 en Europa se ha asistido a un proceso de reconversión de los numerosos terrenos delegados al cultivo de árboles de fruto: este proceso ha visto una progresiva reducción de las superficies de terreno labrado a peras, a carga sobre todo de aquellas variedades de peras que se han demostrado, en el tiempo, cada vez menos apreciadas por los consumidores, como por ejemplo la variedad de pera Passacrassana. Los mayores explantos han sido realizados en Francia y en Italia.
A partir de la segunda mitad de los años' 80, en cambio, la producción de las peras, gozando de tal proceso de reconversión, ha encontrado nuevos espacios de desarrollo, tanto que se ha manifestado una lenta pero progresiva reanudación de las superficies, incluso con diferencias de país a país hasta a alcanzar la situación actual, que semeja desdoblar hacia una estabilización de las inversiones.
Según los datos provistos por el FAO, la producción mundial de peras es en continuo crecimiento y en 2004 ha alcanzado 17,9 millones de toneladas: ha sido sobre todo China a dar un notable impulso al aumento de la oferta global, habiendo superado los 10 millones de toneladas, acerca del 57% de la entera producción mundial de peras.
La enormidad de la oferta china es destinada en ancha medida al mercado interior, pero a las exportaciones, que hasta el 1999 oscilaban alrededor de las 100.000 toneladas, han sufrido en los últimos años un repentino empinamiento, alcanzando en la temporada 2005 las 350.000 toneladas. Los principales destinos de la mercancía china son Indonesia, Rusia y Hong Kong.
Geográficamente las áreas a mayor concentración al mundo por la producción de peras son tres:
- Oriente, con China primer productor al mundo
- Europa y cuenca del Mediterráneo, con Italia al segundo sitio entre los países productores de peras al mundo
- Américas, con los EE.UU. al tercer sitio en el escalafón internacional por la producción de peras.
Países cuales Argentina, Chile y Sur África, por ejemplo, destinan a la exportación la casi totalidad de su producción de peras, llegando a ser así los principales exportadores de peras en el mercado hortofrutícola mundial, a pesar de los modestos niveles productivos.
En cambio la producción de peras en Europa se coloca, de acerca de un década, alrededor de 2,4 millones de toneladas. De Italia proviene actualmente más allá del 35% de la producción de peras totales, el 25% acerca de es producido en España y producciones de peras dell' 8-9% están imputables en Holanda y a Bélgica.
Francia, cuya producción hasta el 1996 superó las 300.000 toneladas, en la última década se coloca sobre las 240.000 toneladas.
La representatividad productiva de los individuales países de la Unión Europea se ha modificado recientemente a favor de Holanda y Bélgica, ambas subidas desde 2004 encima a 200.000 toneladas. En estos países de hecho se ha hecho la elección de reorganizar la manzanocultura a favor de la pericultura, por cuyo hoy, junto, casi representan el 20% del cultivo en Europa, contra el 15% de los primeros años 2000.
Grandes diferencias aparecen, entre los mayores países productores de peras sobre el mercado hortofrutícola internacional, en el calendario de comercialización de las peras, determinado sobre todo de la diferente gama varietale: en España, dónde prevalecen variedades veraniegas, más allá del 50% del producto es encaminado al mercado en los meses de julio y agosto; en Francia, en cambio, dónde es mayor la incidencia de variedad de peras más tardías, se comercializan grandes cantidades de este producto hortofrutícola en agosto-septiembre.
En Italia la neta dominancia de las variedades de peras otoñales comporta un calendario de comercialización principalmente concentrada en septiembre, octubre y diciembre, con una discreta distribución también en los restantes meses del año, hecha excepción por mayo y junio.
La diferente estructura de la oferta presente en los diferentes países productores de peras de la Unión Europea incide inevitablemente también en las diferentes políticas de exportación, basadas predominantemente sobre variedad de peras a maduración precoz en España y Francia y sobre variedad de peras otoñales en Italia.
En el 2005/06 la cuota de exportación de peras en Italia es subida al 17% de lo total de la producción de peras italianas, con cuantitativo de exportaciones de peras iguales a acerca de 154.000 toneladas. Las peras italianas son destinadas comúnmente al mercado hortofrutícola europeo, dónde acerca del 93% de las exportaciones de peras ha sido encaminado en Unión Europea, entre cuyo Alemania desprende cuál principal mercado hortofrutícola de referencia, seguido de Francia y a distancia del Reino Unido, de Austria y de Grecia. Pequeñas cuotas de producto hortofrutícola italiano también son destinadas a los países de Europa extra Ue, en particular hacia Rusia, Suiza y países del este como Croacia y Albania.