Peras: historia y origen
La pera es un género de fruta fresca que se jacta sus orígenes desde la prehistoria. El origen antiquísimo de la pera parece derivar de las regiones del sudeste de Europa y de las de Asia occidental: por eso se puede afirmar que la pera es un fruto típicamente mediterráneo. Quizás ya 4000 años átras el hombre se alimentaba de frutos de este árbol: de todas formas más de 350 años antes de Cristo el cultivo y la producción de la pera eran bastante extensos en la Magna Grecia; Teofrasto de hecho, antiguo autor griego, mencionó sea las variedades salvajes de peras sea las variedades cultivadas por el hombre.
Según el poeta Omero y la mitología griega la pera fue considerada un fruto sano y gustoso, querido por divinidades y héroes.
En época romana Catón y Plinio dan indicaciones precisas sobre la producción de las peras y sobre las variedades de peras conocidas, a testimonio de la gran consideración que fue dada a esta tipología de fruta fresca. Ellos mismos fueron perfeccionadores de las técnicas de cultivo, mientras que Pompeo y el emperador Nerone fueron grandes consumidores de este producto hortofrutícola.
En el imperio Romano las variedades de peras conocidas eran acerca de 40: poco a poco luego la amplia elección varietale y la experimentación de nuevas variedades de peras creció enormemente, hasta a llegar a más de 5000 variedades de peras presentes en el sector hortofrutícola mundial al día de hoy.
La producción de las peras también se expandió con gran desarrollo en toda Europa, y en particular en Bélgica y en Francia, mientras en Italia, todavía, para toda la alta Edad Media fue difícil encontrar huertos específicamente entendidos como cultivos autónomos: en este período de hecho no se tiene gran mención de este tipo de fruta fresca, y se supone que este tipo de producto hortofrutícola haya sufrido una decadencia. Los tratados médicos de la época desaconsejaban el consumo de fruta: la fruta fresca de hecho fue considerada una comida superflua, accesorio, una comida de lujo.
El cultivo de los árboles de fruto, y con este la producción y cultivo de peras, parecen intensificarse en el 1400, cuando los agrónomos empezaron a dedicar seria atención a este sector productivo: la pera, al final del siglo, fue conocida y labrada también en México y California, ya que los misioneros españoles las exportaron en América. En el 1500 luego los árboles de fruto y los árboles de peras fueron cultivados en los jardines, aunque todavía, durante el Renacimiento, la fruticultura no sirvió para saciarse, pero fue considerada un lujo para nobles.
En el 1600 por fin fue publicado un texto de agricultura por el nombre "La economía del ciudadano en Villa", obra del boloñés Vincenzo Tanara: de este momento en adelante también en Italia aparecen colinas y llanos cultivados a huertos, dónde el mayor cultivo injertado concernaba la producción de peras.
Lo que emerge de la historia de la pera es que esta tipología de fruta fresca ya era presente sobre el mercado hortofrutícola mundial de tiempos antiquísimos y su producción y elaboración ha arraigado por lo tanto en la cultura del hombre.
En el sector hortofrutícola mundial son producidas innumerables variedades de peras, tanto que a hoy, la pera resulta entre la fruta fresca que cuenta el mayor número de variedades producidas y comercializáis sobre el mercado hortofrutícola internacional.
Numerosas son hoy las empresas productoras de peras, las empresas certificadas por la producción de peras, las empresas productoras de peras biológicas, las empresas que se ocupan de comercio de peras, los distribuidores de peras, los importadores de peras, los exportadores de peras y los mayoristas de peras: la selección varietal tan amplia ha así notablemente incrementado la competencia entre los Países en el mundo (pertenecientes a la Unión Europea y no) por la producción de peras y el comercio de peras.